Burnout en la medicina uruguaya: una realidad que afecta a médicos jóvenes

Un reciente estudio realizado por un equipo de la Unidad Académica de Salud Ocupacional de la UDELAR reveló que uno de cada tres médicos en Uruguay sufre del síndrome de burnout. La investigación, liderada por la Dra. Shushanik Boyadjian, médica pediatra y especialista en salud ocupacional, es la primera en analizar el impacto del burnout en toda la población médica del país, incluyendo profesionales en formación.

El síndrome de burnout se caracteriza por el agotamiento emocional, físico y mental derivado del estrés crónico en el trabajo. El estudio se basó en una encuesta anónima realizada a 1.086 médicos, representando aproximadamente el 8% del total en Uruguay. El cuestionario evaluó la presencia de burnout mediante 27 preguntas que indagaban sobre las condiciones laborales, la carga horaria y aspectos personales como actividades recreativas y días de descanso.

Los médicos jóvenes, los más afectados Los resultados indican que el 32,1% de los médicos encuestados presentan signos de burnout, con una mayor prevalencia entre aquellos que están iniciando su carrera o en formación. Además, se encontró una relación directa entre el síndrome y las cargas horarias elevadas, especialmente en especialidades de alta demanda como cuidados intensivos, emergencias y policlínicas.

El estudio también reveló que casi el 87% de los médicos se perciben a sí mismos como muy exigentes y más del 80% manifiestan una baja realización personal en su ejercicio profesional. Según la Dra. Boyadjian, la falta de regulación en la carga horaria y el multiempleo sin límites claros son factores clave en la alta prevalencia del burnout en la medicina uruguaya.

¿Qué sigue ahora?

Si bien el burnout es un problema conocido en el sector, este estudio proporciona evidencia científica sólida sobre su impacto en la medicina uruguaya. La publicación de estos resultados ha generado un debate en la comunidad médica y se espera que sirva de base para futuras reformas que permitan mejorar las condiciones laborales y prevenir el agotamiento profesional.

“Esperamos que nuestros resultados impulsen medidas preventivas y que las autoridades reconsideren las condiciones de trabajo de los médicos”, concluyó la Dra. Boyadjian.